El cáncer de ovario ocupa el séptimo lugar entre todos los cánceres en mujeres y es la quinta causa principal de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo; por lo que debemos realizarnos diagnósticos de rutina. Cada año, se diagnostican aproximadamente 238,719 casos nuevos en todo el mundo y se registran 151,905 muertes por cáncer de ovario.
Existen diferentes tipos de cáncer de ovario. La forma más común es el carcinoma epitelial que se desarrolla a partir de las células en la superficie del ovario (del epitelio). El segundo tipo de cáncer de ovario que es frecuente son los tumores de células germinales que se desarrollan a partir de las células ováricas que producen los ovarios. El tercer tipo de cáncer de ovario, los tumores del estroma, es raro y se desarrolla a partir del tejido de soporte del ovario.
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Si bien la mayoría de las mujeres con cáncer de ovario no saben qué desencadenó la aparición de la enfermedad, los investigadores identificaron varios factores que aumentan el riesgo de cáncer de ovario, como:
- Vejez
- Antecedentes familiares y genéticos.
- Menarquia temprana o menopausia tardía
- El primer embarazo tardío (después de los 30 años)
- nuliparidad
- Historia de cáncer de seno
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Síntomas de la enfermedad
Al igual que muchos otros tipos de cáncer, el cáncer de ovario puede tratarse si se detecta en las primeras etapas de la enfermedad. Desafortunadamente, muchos casos de cáncer de ovario se diagnostican en una etapa avanzada. Esto se debe a que los síntomas son silenciosos o aparecen solo cuando la enfermedad ha progresado. Los síntomas más comunes del cáncer de ovario son:
- Dolor abdominal o pélvico.
- Cambios en el tránsito intestinal (diarrea o estreñimiento)
- Cambios urinarios
- Sangrado vaginal inusual
- Dolor durante el contacto sexual.
- Pérdida de peso
- Cansancio, cansancio
Diagnóstico de cáncer de ovario:
El diagnóstico de cáncer de ovario se realiza mediante:
Ultrasonido abdominal o transvaginal: uso de ultrasonido para crear una imagen clara de los ovarios en un monitor de video.
Tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear.
Examen de sangre para medir el marcador tumoral CA-125.
Laparotomía o laparoscopia: procedimientos quirúrgicos para recolectar una muestra de tejido tumoral.
Biopsia: tomar una muestra de tejido tumoral para detectar la existencia de células cancerosas.
El tratamiento del cáncer de ovario depende de varios factores, incluido el tamaño del tumor, el tipo de tumor u otras características del tumor. La cirugía se realiza para extirpar el tumor ovárico y otros órganos circundantes (si los hay), como la trompeta uterina o uterina, y representa el primer paso obligatorio de la secuencia terapéutica. La quimioterapia y la radioterapia también se usan en el tratamiento del cáncer de ovario para destruir las células cancerosas. Actualmente, la última investigación ha demostrado que la terapia farmacológica dirigida con mecanismos de acción innovadores puede proporcionar beneficios clínicos a las pacientes con cáncer de ovario.
Si tienes cualquier tipo de duda al respecto, no dudes en acudir con un médico de confianza.